Ante la ley suele considerarse un caso ilegal el hecho de poder modificar los motores de los automóviles urbanos debido a que fácilmente de esta manera se puede estar infringiendo una norma de seguridad propia de los coches, siendo no por nada que las compañías productoras siempre buscan otorgar un buen nivel de balance entre seguridad y potencia. En caso que una persona con poca experiencia o desconocimiento técnico termine modificando las características del motor de su vehículo fácilmente podría terminar cayendo en algún error que pueda causar accidentes y un mal funcionamiento.
Los motores modificados son parte de la actividad conocida como tuning, personalización de diversos factores de un automóvil, siendo su finalidad el poder servir para competencias de velocidad. Es por esto mismo que detrás de la modificación de motores se debe tener a un profesional encargado del proyecto, así mismo se debe trabajar generalmente con vehículos deportivos, ello debido a que son mucho más resistentes y capaces de amoldarse mejor a los cambios que se realicen. Lógicamente esto requiere de un alta inversión económica por parte del dueño del coche.