No hay duda de que cada uno siempre va a querer ponerlo su toque personal al vehículo que vamos a manejar, por eso cuando compramos un carro siempre escogemos el color que más nos guste y el diseño que se acerque más a nuestro “toque personal”.
Hoy en día se puede ir un poco más lejos, para poder personalizar completamente nuestro vehículo podemos recurrir al tuning (o tuneo como se le conoce en algunos países hispanohablantes), se le puede cambiar cualquier parte exterior del vehículo y adornar o cambiar enteramente todo el interior de la cabina del conductor. Eso sí, cualquier cambio de motor o parte técnica necesita ser homologado legalmente antes de pode ser utilizado en las calles de la ciudad.
Aunque en el mundo entero su práctica no es algo masivo, en las grandes capitales de Europa, Japón, Brasil y Estados Unidos se suele ver un mayor uso del tuning en la decoración de los autos debido a que cuentan con un amplio mercado de autopartes y accesorios.
La mayor parte del público que pide y realiza el trabajo del tuning son gente joven aunque se denota que sus primeras prácticas se remontan a California con el Hot Rod, (típicamente autos norteamericanos con largos motores modificados) en las épocas de la Gran Depresión. Volviendo a la actualidad podemos encontrar una gran variedad de magazines, ferias y películas que tienen como tema principal el tuning, como es el caso de la taquillera saga “Rápidos y Furiosos” (Fast & Furious), protagonizada por Vin Diesel, que ya va en su cuarta entrega cinematográfica.